1/6/09

El Trabajo Social en Mar del Plata

Walter y Belén, estudiantes de 4° y 5° año de Trabajo social nos cuentan acerca de su formación en Mar del Plata, del proceso de cambio de plan de estudios, la opinión de los estudiantes y de la asamblea con respecto a su participacion en el cambio de plan, también de las practicas, y otros temas más.

La entrevista fue realizada en el XII Congreso de la Federacion Argentina de Estudiantes de Trabajo Social, a fines de Septiembre del 2.008 en la Unuversudad Nacional de Luján.


¿Qué pueden decirnos acerca de su plan de estudio?

Belén: El plan de estudios tiene 23 años, desde 1985, es bastante viejo. Tenemos la mayoría de las materias anuales. Las prácticas son de a partir de 2º hasta 5º.

Walter: Un tema importante es que hay un defasaje muy importante entre la práctica y la teoría. Lo que pasa es que nuestro plan de estudios tiene falta de coherencia interna, tiene modificaciones hechas más allá de un criterio establecido. Está hecho de manera aleatoria, tiene muchos parches y de esa forma se mantiene hace 23 años, por más que tenga modificaciones.
Eso es algo nosotros venimos planteando y discutiendo, es que es un plan que no tiene una estructura pensada, ni en su sentido de prácticas, ni en su relación entre las prácticas y las metodológicas, ni en aquellas materias que se denominan “no específicas” llámese Psicología, Economía. Por eso decimos que le falta esa coherencia interna.

¿Su plan de estudios está en proceso de reforma?

Walter: Está en proceso de reforma mediante la implementación bilateral del PROSOC. O sea, la directora del departamento elevó el proyecto al PROSOC con bases establecidas de menara unilateral por ella y con la aprobación de la decana; ese proyecto está aprobado, es decir, hay una partida presupuestaria para iniciar el proceso de reforma, pero no es un proceso donde nosotros, como estudiantes, hayamos sido involucrados y eso es parte de la lucha, de lo que venimos reclamando desde La Asamblea.

Belén: El año pasado ya empezamos a plantear todo el tema de la reforma, primero por lo viejo que es; y por otra parte, por creemos que el plan de estudios tiene que ser reformado con la participación de todos los claustros y tiene que ser una reforma integral, no con parches. Son cuestiones que para nosotros son muy importantes y por eso también nos preguntamos ¿cómo seguir, con el PROSOC, siendo menos en La Asamblea y todo.


Con respecto a las prácticas, ¿tienen todos los años?

Walter: Tenemos 4 niveles de prácticas, de los cuales el 1º año es un nivel netamente teórico, es decir, hay un pequeño trabajo de relevamiento edilicio de un barrio que es a fin de año. Después son 3 años de prácticas en instituciones, en la comunidad; eso depende, porque hay tres grande proyectos, que están en 2º, 3º y 4º, que dividen las prácticas y los llamamos UPI (Unidad de Práctica Integrada). Depende en el tipo de proyecto que estés, el tipo de trabajo que se está haciendo; puede ser comunitario, institucional, etc.

Es decir que hacen las prácticas de 2º, 3º y 4º año en el mismo lugar.

Belén: Si, claro, por eso son integrales. Y eso es un aspecto positivo en realidad. Está bueno porque hay gente de 4º que tiene mucha más experiencia y gente de 2º que está comenzando; así se enriquece mucho la práctica, por el hecho de compartir la experiencia.

Walter: La idea de las practicas en nuestra facultad, yo entiendo que es buena; lo que pasa es que no se lleva bien a cabo, hay muchísimas falencias que presenta porque no están articuladas. Tiene una serie de cuestiones que son graves a la hora de la formación y a su vez, con el impacto social que genera el hecho de la cantidad de gente, algo así como 300 o 400 personas anuales, que están constantemente interviniendo en la realidad de Mar del Plata, pero de una manera disociada. La elaboración de cada proyecto, que es a principio de año, y la sistematización que es a fin de año, es interesante porque son elaboraciones propias y conclusiones conjuntas. Ahora, si se piensa en la realidad únicamente, en bloque, la intervención es muy acotada. Hay intervención en todos los barrios, pero no hay una articulación mayor; y pasa que cuando se quiere ir más allá de la práctica o más allá de lo que la cátedra te propone uno se encuentra con limitaciones burocráticas, limitaciones docentes, que también son trabas a lo que es la profesión.

O sea, ¿ustedes van a hacer un trabajo práctico nada más, no pueden continuar terminada la materia?

Walter: Si, más o menos, en realidad tenés margen como para hacer cosas. Depende un montón de en qué proyecto estés, el tipo de trabajo que vas a hacer. O sea, uno parte de un proyecto, yo estuve en “Comunidad” te puedo hablar de una cosa, de un proyecto que nadie tenia idea de qué estábamos haciendo, ni teníamos ningún tipo de control. Y, otro de otro proyecto que te puede decir: “no, es súper riguroso, constantemente tenés gente en cima vigilándote”. Hay una distancia grande en ese sentido.

¿Las prácticas son por niveles de abordaje o trabajan por temáticas?

Walter: No, todo depende esos proyectos que te nombré. Trabajan por separado, cada uno con un docente titular a cargo de cada uno de ellos, pero no tienen comunicación entre ellos, ni siquiera con las docentes que dan la teoría. Cada proyecto es independiente, hay poca articulación. También hay una concepción de cada proyecto: “si te metes en este haces lo que querés”, “si te metes en este es más fácil”, “si te metes en este tenés que hacer infinidad de informes”.

Belén: Otro tema de discusión son las horas de supervisión de proyecto, que no figuran en ningún lado en nuestro plan de estudios. O sea, para aprobar la materia de supervisión la tenés que hacer, tenés que hacer una especie de pasantía en una institución, ya sea en salud, justicia o educación, pero esas horas no figuran en ningún lado. Eso es parte de lo que venimos planteando. Son horas que vos hiciste pero que no están contempladas, no figuran en el currículum, en ningún lado. Otro tema es que las prácticas de 2º a 4º año son grupales, en cambio la supervisión es individual.

¿Cuáles son algunas de las actividades que hacen en las prácticas?

Walter: Depende de la ideología y del modo de accionar de cada Proyecto. Pero, un eje claro y común es que trabajas con las necesidades y con las problemáticas determinadas de cada barrio. Las prácticas también están llenas de “talleres” que trabajan con la gente, por ejemplo: en educación se hacen talleres de educación sexual o HIV.

Belén: Lo que si falta es muchísimas herramientas y apoyo de espacio docente que, en definitiva, es lo que te va formando en ver cómo te vas parando cuando te metes en determinada redes de organizaciones, cuando haces trabajo comunitario.

Walter: Lo que pasa mucho es que a veces el trabajo ronda mucho lo intuitivo, el sentido común y eso es algo que no le ayuda mucho ni a la profesión ni a los sectores con los que se está trabajando.

¿Qué los aportó el Congreso?

Belén: Lo más positivo es esto de compartir experiencia, formas de lucha, alternativas, saber que hay otros que están en la misma que nosotros, creo que eso es lo más enriquecedor. También eso de seguir planificando, ir viendo que hacemos de acá en adelante.

Walter: Nosotros llegamos a este Congreso como una búsqueda de alternativas. O sea, nosotros conocíamos la existencia de FAETS pero no teníamos mucha idea de que era, ni de cómo se manejaban, no estábamos al tanto. Nosotros nos constituimos como Asamblea y empezamos a trabajar con una comisión de plan de estudios que se llamó Comisión de Áreas conjuntamente con docentes. Ahí pensamos que ese era el espacio donde íbamos a poder generar la transformación del plan de estudios, pero ahí nos plantean que “los estudiantes no son interlocutores válidos para la discusión del plan de estudios”; a partir de ese momento nos levantamos y nos vamos de ese espacio. Lamentablemente ya está clara la posición ideológica de “tú” interlocutor. Por lo tanto, llegamos a FAETS buscando “un cómo encontrar otras alternativas para seguir en este camino de la transformación de nuestro plan”. Y, positivamente, nos encontramos con otra gente que está desarrollando discusiones similares o nos tiran perspectivas nuevas y, así mismo, cuestiones de nuestra experiencia que pueda enriquecer a otra unidad académica, entonces, nos vamos muy enriquecidos.

¿Creen que otro Trabajo Social es posible?

Walter: Creemos que el trabajador social tiene que aportar a la transformación de las estructuras, entendiendo a las estructuras como al que es posible romper y crear cosas nuevas. Nosotros somos del “NO A LAS REFORMAS PARCIALES”, entonces si vamos a discutir cómo conceptualizamos, cómo entendemos al Trabajo Social, que Trabajo Social queremos, qué perfil de graduado queremos; y, a partir de ahí, empezamos a cambiar materias, no cambiar porque me parece. Citamos a Lucero, un Trabajador Social de San Juan, que platea que “el Trabajo Social es un producto de los distintos modelos de acumulación de acuerdo al momento histórico, que surge como forma de aplacar los déficit que genera ese sistema de acumulación, o sea, como herramienta del estado para aplacar la cuestión social”, y guiándonos con eso, nosotros planteamos que el Trabajo Social debe propiciar a la ruptura de estructuras, o sea, a la ruptura de determinadas lógicas que implicaban la forma subsidiaria del Trabajo Social, la forma asistencialista de la profesión en sus orígenes, sin negar la asistencia como una instancia del Trabajo Social pero con la perspectiva de la transformación de determinadas formas de relación, y en definitiva, con determinadas formas de acumulación vigente de un sistema que genera, inevitablemente, desigualdades por su estructura eso es lo que tenemos como utopía.

Belén: Otra cuestión que planteamos es la de las herramientas que tenemos a la hora de ejercer la profesión, para que no ocurra en la “institucionalización del profesional para con el lugar de trabajo”; porque, uno tiene muchísimas cuestiones ideológicas, pero después estas condicionado por su situación material, en tanto que vive de su profesión y si le faltan las herramientas teóricas, técnicas, metodológicas, ético políticas, todas estas dimensiones que involucran la complejidad del Trabajo Social y cómo se necesitan otras herramientas. Nosotros visualizamos que las herramientas que se nos otorgan son herramientas que solo te permiten ir en el sentido del asistencialismo o de la coerción de una institución asistencialista, vale decir, las brechas son pocas. Replantea también el hecho del imaginario que tiene la gente acerca del Trabajador Social, la gente pretende asistencia, y cómo hacer entender que nosotros en realidad lo que buscamos es una transformación y lo que debemos proveer es eso. Acá entra la idea de NEXO del Trabajador Social, entre la necesidad y el recurso. Tenés que estar en el día a día peleándola constantemente con la institución, con los mismos compañeros institucionalizados; y otra cosa, es el desprestigio como carrera que tiene el Trabajador Social, la idea de pseudocientificidad que tiene y, en ese sentido, la falta de producción teórica que tiene el Trabajo Social, eso de que el Trabajo Social toma de las otras Ciencias Social y aplica, no produce. La falta de producción de conocimientos es algo que visualizamos, es una constante.

¿Cuáles son los autores principales que utilizan?

Walter: Eso es todo un tema. Ahí vamos hacia la falta de coherencia. A partir de 2º se utiliza mucho Margarita Rosas Pagaza, y Richmond. En 1º año y en 4º se ven mucho todos los clásicos. En grupo se ve mucho Pichón Reviere, mucha psicología social. Pero volvemos a lo mismo, nada específico del Trabajo Social. Se lee poco a Mattus, Parra, nada de Netto, lo leemos por incentivo personal. En ese sentido son súper retrógrados. Es muy productivo el ir a los congresos, escuchar autores, comprar el libro y leerlos. Particularmente, a mi me resulto mas enriquecedor este años y medio que estuve en La Asamblea, que me puse a buscar textos y autores para hacer documentos y esas cosas, que los 5 años que hace que estoy en la universidad.

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